Las primeras investigaciones arqueológicas de la cultura Olmeca fueron llevadas a cabo por Matthew Stirling en Tres Zapotes en 1938, estimuladas por el hallazgo de una cabeza colosal en el siglo XIX.
Hasta la actualidad, se ha confirmado la existencia de diecisiete cabezas de piedra, todas dentro del corazón olmeca en la Costa Golfo de México, en los estados de Veracruz y Tabasco. La mayoría de las cabezas colosales fueron esculpidas en rocas esféricas, a excepción de dos, halladas en San Lorenzo Tenochtitlán, que fueron talladas desde tronos de piedra maciza, talladas solo con rocas.
Pesan aproximadamente 5,5 toneladas a 10 y mide 2,18 metros de alto y 1,46 de ancho;en total se han encontrado 17 cabezas olmecas halladas completas hasta la fecha. Todas estas con diferentes gestos, algunos de felicidad, tristeza, severidad, etc.
Se cree que podrían representar a grandes guerreros o jefes de esta cultura, pero no se sabe con seguridad.
Uno de los rasgos más curiosos de estas cabezas es que parecen ser de gente del áfrica por su apariencia negroide. Aunque los Olmecas tal vez no tenían conocimiento de la existencia de esta gente africana la representaron en estas esculturas gigantescas.
Otro rasgo de estas cabezas es que parecieran llevar cascos.
Hay muchas teorías sobre estas cabezas, para que son o para que servían, pero una teoría nos planta que hace millones de años esta civilización fue visitada por gente africana, tal vez del futuro.
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