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viernes, 9 de enero de 2015

Jack the Ripper

Y aquí, que mejor que retomar el blog con uno de los grandes asesinos seriales...
Advertencia: este post contiene temas no aptos para menores.
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Jack the Ripper, conocido por los que hablan español como Jack el Destripador, es probablemente uno de los asesinos seriales más conocidos en el mundo y de gran influencia en la cultura, como podemos ver todos los libros, películas y música que se basan este famoso asesino.

Jack el Destripador fue un asesino en serie de identidad desconocida que cometió varios crímenes en 1888, principalmente en el distrito de Whitechapel, en Londres ; así como las áreas de los alrededores.

El citado apodo se originó de una carta escrita por alguien que se adjudicaba los asesinatos bajo este alias, y como resultado de su difusión por los medios de comunicación, dicho nombre pasó a ser conocido por la sociedad en general.
 Otros alias con los que también es conocido el homicida son "El asesino de Whitechapel" y "Mandil de cuero", además de "Genio independiente", este último acuñado en una carta escrita por George Bernard Shaw.


Los ataques que se le atribuyeron involucraban a mujeres prostitutas de barrios pobres y tenían un modus operandi distintivo, que consistía en estrangulación, degollamiento y mutilación abdominal; específicamente en los órganos reproductores.
Cabe resaltar que la extracción de los órganos reproductores era precisa, lo cual llevo a pensar que el asesino tenía conocimientos anatómicos o quirúrgicos.


Contexto Histórico

A mediados del siglo XIX, inmigrantes irlandeses arribaron a Inglaterra y se asentaron en sus principales ciudades. Entre los sitios ocupados estaba el East End de Londres, que desde 1882 comenzó a recibir también a refugiados judíos del este de Europa y de la Rusia imperial.

La sobrepoblación comenzó a tener consecuencias en sectores del East End que antes habían sido prósperos como Whitechapel, en donde el nivel de desempleo y personas sin refugio aumentó considerablemente. Una parte importante de la población vivía en extrema pobreza, y proliferaron los barrios bajos. Problemas como los robos, la violencia, el alcoholismo y la prostitución se volvieron cotidianos.
Por citar un ejemplo, en octubre de 1888, la Policía Metropolitana de Londres calculó que habían 62 burdeles y 1200 mujeres que trabajaban en dichos sitios, tan sólo en Whitechapel.Las manifestaciones sociales no se hicieron esperar, y en algunas de ellas fue necesaria la intervención de la policía, como es el caso del conocido como Domingo Sangriento.
La prensa hizo eco en sus páginas del racismo, la delincuencia, los disturbios públicos y la pobreza que imperaban en Whitechapel, barrio que comenzó a cobrar una mala fama por la inmoralidad de su comunidad.
Por si esto fuera poco, en 1888 los medios de comunicación nacionales dieron a conocer una serie de asesinatos grotescos y depravados que atribuyeron a un personaje sin identificar, el cual sólo era conocido con el apodo de «Jack el Destripador»


Asesinatos

En ese período de disturbios sociales y violencia, varias mujeres fueron atacadas o asesinadas en el East End, razón por la que ha sido complicado esclarecer en cuántos de esos casos participó un solo individuo. En la investigación realizada por la Policía Metropolitana de Londres se analizaron 11 homicidios ocurridos entre abril de 1888 y febrero de 1891 en Whitechapel, los cuales atribuyeron al mismo asesino —para más información véase el artículo Asesinatos de Whitechapel—.Aunque nunca pudo comprobarse tal hipótesis, varios investigadores dan por válida la sospecha de que cinco de esas muertes sí fueron ocasionadas por el Destripador.
 Suelen referirse a estas como «las cinco [muertes] canónicas». Se observó que los cadáveres de esas mujeres presentaban cortes en la garganta, mutilaciones abdominales y del área genital, el rostro desfigurado o carecían de algún órgano. Se trataba del modus operandi del misterioso homicida.


La primera víctima de los dos primeros casos de la investigación, que no se le atribuyen a Jack el Destripador—aunque presenten ciertas características similares— fue Emma Elizabeth Smith, fue asaltada y violada en la calle Osborn de Whitechapel el 3 de abril de 1888. Al día siguiente falleció mientras estaba internada en un hospital, a causa de una peritonitis por un objeto contundente que el asesino insertó en su vagina.
A pesar de la similitud del crimen con el modus operandi de Jack el Destripador, Smith declaró antes de su muerte que había sido atacada por dos o tres hombres, uno de los cuales era un adolescente.

La segunda víctima conocida como Martha Tabram, fue asesinada de 39 puñaladas en George Yard, Whitechapel. Tampoco coincide con las características antes mencionadas, sin embargo la policía lo vinculó en su momento como uno de los cinco canónicos debido a la crueldad y a la cercanía del lugar a los demás en que ocurrieron los siguientes homicidios.

Las Cinco Víctimas Canónicas 
Mortuary photograph of Nichols: a middle-aged woman with short, mousey hair and a prominent, narrow nose
La primera víctima “oficial” e indiscutida del Jack el Destripador la constituyó Mary Ann Nichols, conocida en su ambiente con el apodo de “Polly”. Su mutilado cadáver fue descubierto cerca de las 3 y 45 de la mañana del 31 de agosto de 1888 por el Agente John Neil mientras cumplía su patrullaje de rutina por la zona de Bucks Row.
El cuerpo presentaba dos cortes en la garganta, y su abdomen estaba parcialmente desgarrado por una herida en forma irregular hecha con algún cuchillo, además de que presentaba muchas otras incisiones en esa misma parte de su cuerpo. En este caso llamó la atención la escasa cantidad de sangre percibida a su alrededor y lo seco que estaban su cuerpo y sus ropas pese a la lluvia que había caído en la noche del crimen.


Mortuary photograph of Chapman: a middle-aged woman with short, curly hairEl segundo homicidio incuestionable de esta vesánica saga tuvo efecto el sábado 8 de setiembre de 1888, en cuya madrugada el cadáver de Annie Chapman de cuarenta y siete años, a quien sus allegados llamaban “Annie la Morena”, fue hallado frente al patio trasero de una casa de inquilinato sita en el número 29 de la calle Hanbury, lugar frecuentemente utilizado por las meretrices para ejercer el comercio sexual.
También tenía un par de cortes en la garganta, y su abdomen había sido completamente desgarrado. Poco después se descubrió que su útero había sido extraído. Durante la investigación policíaca, un testigo dijo haber visto a Chapman a las 5:30 a.m. con un hombre de cabello oscuro y de aspecto andrajoso aunque gentil.

La tercer y cuarto homicidio tuvieron lugar durante la madrugada del 30 de setiembre de aquel fatídico año, y estuvieron separados por un lapso temporal de menos de una hora.
Los cuerpos de Elizabeth Stride y de Catherine Eddowes fueron hallados en la misma madrugada del sábado 30 de septiembre.
Mortuary photograph of Stride: a woman with angular features and a wide mouth El de la primera estaba en Dutfield's Yard —actual calle Henriques—, Whitechapel. Había fallecido de una incisión en el lado izquierdo del cuello que le dañó la artería principal. Existen dudas sobre si debiese vincularse al Destripador, o si este fue interrumpido durante el ataque ya que no presentaba heridas en el abdomen como en los casos anteriores.
Algunas personas que afirmaron haber visto a Stride, horas antes del asesinato, ofrecieron distintos puntos de vista sobre la identidad del posible homicida: unas dijeron que era rubio, y otras que era de tez morena. Unas comentaron que vestía de forma andrajosa, pero otras que iba bien vestido.


Mortuary photograph of Eddowes. Her lower face is severely mutilatedEncontraron el cadáver de Eddowes en Mitre Square, en la City de Londres. Este sí tenía la garganta dañada, y un corte profundo y extenso en el abdomen. No tenía el riñón izquierdo ni la mayor parte del útero.
Un vecino del lugar, Joseph Lawende, que había pasado por la escena del crimen acompañado de dos amigos poco antes del homicidio, describió haber visto a un hombre rubio de aspecto andrajoso junto con una mujer que podría haber sido Eddowes.No obstante sus amigos no pudieron avalar tal descripción.
La policía encontró una parte del delantal ensangrentado de Eddowes en la entrada de una casa en la calle Goulston, Whitechapel. En la pared donde estaba tirado, justo encima, estaban escritas unas palabras que implicaban a judíos. Sin embargo, no pudo determinarse si el propio asesino había escrito tal consigna, o si se trataba de algo meramente incidental




El cuerpo de la última de las cinco víctimas canónicas, Mary Jane Kelly, fue hallado sobre la cama de la recámara de su casa, en Miller's Court, calle Dorset, Spitalfields, a las 10:45 a.m., del viernes 9 de noviembre. Presentaba una profunda herida en la garganta y no tenía ningún órgano en su abdomen, ni siquiera el corazón.

Kelly's eviscerated body lying on a bed. Her face is mutilated.

Un aspecto característico en todos los asesinatos canónicos es que fueron cometidos durante la noche, y en un fin de semana o un día antes, en la primera o en la última semana del mes correspondiente.
 Cada homicidio era más severo que el anterior, excepto por el de Stride cuyo atacante podría haber sido interrumpido. El cuerpo de Nichols no tenía ningún órgano, el de Chapman carecía del útero y el de Eddowes no contaba con el útero ni tampoco un riñón. Su rostro estaba desfigurado al igual que el de Kelly, que no tenía el corazón.

 La creencia de que estos asesinatos fueron cometidos por el mismo individuo proviene de documentos posteriores en los que se les relacionó entre sí, al mismo tiempo que se excluía a otros.
En 1894 el asistente del jefe de la Policía Metropolitana y director del Departamento de Investigación Criminal —CID, por sus siglas en inglés—, Melville Macnaghten, aseguró en un reporte que «el asesino de Whitechapel tuvo 5 víctimas, y nada más». Aunque debe tomarse en cuenta que Macnaghten se unió a la policía un año después de los asesinatos canónicos, además de que su memorándum tiene varias incongruencias en la información dada sobre los posibles sospechosos. Ya antes, en noviembre 1888, el médico Thomas Bond había vinculado esos cinco homicidios en una carta dirigida a Robert Anderson, el entonces director del CID.

Algunos investigadores coinciden en que si bien algunos de los casos fueron cometidos por el mismo sujeto de manera indudable, los restantes debieron ser responsabilidad de un número desconocido de homicidas. Para los escritores Stewart P. Evans y Donald Rumbelow el expediente de las cinco víctimas canónicas representa un mito, ya que a pesar de que tres de esos asesinatos definitivamente tienen elementos en común, no existe certeza en los de Stride, Kelly ni tampoco en el de Tabram.
Sin embargo, otros sí piensan que hay evidencias suficientes para deducir que los seis casos investigados desde Tabram hasta Kelly fueron obra del mismo personaje.El Dr. Percy Clark, auxiliar del médico forense George Bagster Phillips, avaló que tres de los homicidios están relacionados, y los demás pudieron ser cometidos por «individuo(s) de mentalidad débil..., que trataban de imitar el modus operandi del Destripador».

     ***

Kelly es ciertamente considerada como la última víctima del Destripador. Se piensa que después de ese crimen, el asesino cesó su actividad ya sea porque falleció, o porque fue encarcelado, internado en alguna institución, o simplemente emigró. No obstante, la investigación policíaca incluyó otros cuatro homicidios más en su expediente de Whitechapel, que ocurrieron después de los cinco canónicos ya descritos anteriormente.

 El cuerpo de Rose Mylett fue hallado en Clarke's Yard, de la calle High ubicada en Poplar, el 20 de diciembre de 1888. La víctima había sido estrangulada, pero el cadáver no tenía ninguna señal de forcejeo. Por lo tanto, se llegó a la conclusión de que Mylett pudo haberse ahorcado accidentalmente mientras estaba en estado de ebriedad, o se suicidó.Aunque no hubo una respuesta objetiva para el caso, el jurado investigador lo catalogó como un homicidio

.El siguiente asesinato ocurrió seis meses después, el 17 de julio de 1889. Se trataba de Alice McKenzie, quien había fallecido a causa de una herida en la arteria carótida izquierda. Su cuerpo, hallado en Castle Alley, Whitechapel, tenía varias contusiones menores y algunos cortes. Aunque Thomas Bond, uno de los forenses que examinó el cadáver, consideró que se trataba de una víctima más del Destripador, el forense George Bagster Phillips, que había analizado los cuerpos de las pasadas tres víctimas, rechazó esa hipótesis. Algunos escritores que han redactado sobre el tema se muestran divididos respecto al asesinato de McKenzie: unos piensan que podría haber sido otro individuo que imitó el modus operandi del Destripador para despistar a las autoridades, o si efectivamente había sido cometido por él.

El torso de la calle Pinchin, como su nombre lo sugiere, era un torso sin cabeza ni piernas de una mujer no identificada, encontrado bajo un arco ferroviario en la citada calle, ubicada en Whitechapel, el 10 de septiembre de 1889. Es probable que el homicidio pudiera haber sido perpetrado en cualquier lugar, mientras que los restos del cuerpo desmembrado habrían sido dispersados para deshacerse de ellos.

 Frances Coles fue asesinada el 13 de febrero de 1891 bajo un arco ferroviario en Swallow Gardens, Whitechapel; su garganta había sido seccionada, pero su cuerpo no había sido mutilado. Un hombre llamado James Thomas Sadler, quien había sido visto con ella poco antes de su asesinato, fue arrestado por la policía, acusado del asesinato de Coles e incluso vinculado con el Destripador. Sin embargo, fue absuelto por la corte el 3 de marzo de ese año, debido a que no había evidencia alguna que corroborara la acusación.


Investigación

Los archivos criminales que aún subsisten sobre los asesinatos de Whitechapel permiten una visión detallada de los procedimientos de investigación que existían en la época Victoriana.
Uno de los pasos en las pesquisa consistió en que un numeroso grupo de policías llevó a cabo un programa de investigación casa por casa en todo Whitechapel, se recogió material forense para posteriormente examinarlo. Una vez hecho esto, se pasó a identificar y trazar conjeturas, examinando algunas de manera más minuciosa, mientras que otras simplemente eran descartadas al no ser útiles para la investigación. En la actualidad, la policía suele trabajar con base a este mismo patrón.
Frederick George Abberline

 Se procedió entonces a entrevistar a un aproximado de 2.000 personas, «se investigó más de 300» y 80 fueron detenidas. Al principio, la investigación era llevada a cabo por el Departamento de Investigación Criminal (CID) de la Policía Metropolitana de Whitechapel (H), encabezada por el detective e inspector Edmund Reid. Tras la muerte de Nichols, los agentes Frederick George Abberline, Henry Moore y Walter Andrews fueron enviados desde la Oficina Central de Scotland Yard para prestar ayuda. No fue sino hasta el homicidio de Eddowes, suscitado en Square Mile, que la policía municipal, dirigida por James McWilliam, se involucró en el caso.

No obstante, la dirección general de las investigaciones en torno al expediente del Destripador se vio obstaculizada en cierto modo, debido a que el recién nombrado jefe de la CID, Robert Anderson, se hallaba de licencia en Suiza entre el 7 de septiembre y el 6 de octubre, período en que Chapman, Stride y Eddowes fueron asesinadas.Esto llevó al comisario de la Policía Metropolitana, Sir Charles Warren, a nombrar al inspector Donald Swanson como el coordinador de la investigación por parte de Scotland Yard.


A causa de la insatisfacción social originada por el trabajo de los cuerpos policíacos, un grupo de ciudadanos voluntarios del East End, conocido como el Comité de Vigilancia de Whitechapel, optó por patrullar las calles en busca de personas sospechosas; de hecho, el Comité le solicitó al departamento policial británico Home Office, el 30 de septiembre de 1888, que fijara de forma definitiva y oficial una recompensa para aquel que proporcionara información útil sobre el asesino. No obstante, la solicitud fue rechazada ese mismo día.

Los carniceros, cirujanos y médicos se volvieron sospechosos debido a la naturaleza de las mutilaciones. Una nota de Henry Smith, Comisionado Interino de la policía municipal, indica que se indagaron las coartadas de los carniceros y matarifes locales, sin embargo fueron eliminadas del proceso de investigación. Un informe del inspector Donald Swanson al Ministerio Interior confirma que se visitó y examinó a un total de 76 carnicerías y mataderos, y que la investigación había abarcado a todos sus empleados durante los últimos seis meses.
Algunas figuras contemporáneas, inclusive la Reina Victoria, pensaban que el patrón de los asesinatos indicaba que el culpable era un carnicero o ganadero que abordaba alguno de los barcos de ganado que surcaban las aguas entre Londres y la Europa Continental (incluso, se llegó a pensar que el culpable no era un inglés sino un judío). Whitechapel estaba cerca de los muelles de Londres, y por lo general estos barcos, atracaban cada jueves o viernes y partían el sábado o el domingo. Aun cuando se examinaron este tipo de embarcaciones, las fechas de los asesinatos no coincidían con el desplazamiento de un solo barco, desestimándose también el traslado de un miembro de la tripulación entre dos o más barcos.

Perfil Psicológico 

El inicial "perfilador" contemporáneo a los acontecimientos que ofreciera un retrato psicológico sobre Jack el Destripador lo constituyó el médico forense Thomas Bond, profesional que expuso su informe diagramando el primer contorno científico buscando predecir las claves íntimas de quien se ocultaba tras el misterioso criminal de Whitechapel, y presentó sus conclusiones a requerimiento de las jerarquías de Scotland Yard. Según el doctor Bond los cinco homicidios que luego dieron en denominarse "canónicos" fueron facturados por el mismo agresor, el cual no había dado muestras de especial sapiencia técnica a la hora de emprender las mutilaciones. No se habría tratado de un cirujano ni de una persona vinculada a la profesión médica. El motivo de los homicidios le parecía que radicaba en un desenfrenado apetito sexual, pese a que las autopsias practicadas a las víctimas descartaban la presencia de fluidos seminales. Tal vez era impotente, o bien sufría dificultades para acceder al coito de manera normal.

A partir de datos objetivos recabados en la escena de los crímenes y del análisis de los cadáveres el forense se animó –cosa insólita para aquella época- a dar su opinión sobre cual podría ser la personalidad del matador.
 A éste lo imaginó como un individuo de mediana edad, costumbres prolijas y temperamento sosegado de quien sus vecinos jamás sospecharían. Debía disponer de considerables ingresos económicos y de un trabajo regular que le impedía cometer sus asaltos durante los días hábiles, lo cual justificaba que éstos siempre tuvieron efecto durante los fines de semana.
 Algunos autores estimaron que el depredador era un reformista social desequilibrado, quien al matar prostitutas obraba en la creencia de estar cumpliendo una tarea de saneamiento, pero otros comentaristas negaron que tal idea tuviera asidero.

En contraposición a la tesis del "Jack reformista" se propugnó la que caracteriza al asesino como un criminal de índole sexual movido por la frustración producto de su insignificancia personal y atormentado ante la falta de desahogo natural de sus deseos, lo cual lo aleja del perfil inherente a un reformista social paranoico o de un religioso pervertido.


Pero la imaginación popular se aferró a la imagen de un criminal de religiosidad enfermiza sometido, a su vez, por irrefrenables fuerzas de la naturaleza. De allí nacería la hipótesis de la "locura lunar". Le correspondería al doctor Lyttleton Forbes Winslow, un reputado "alienista" postular la teoría de la influencia lunar como origen y causa motora de las masacres.
 El facultativo hizo hincapié en la ocurrencia de un curioso fenómeno celestial: durante los cinco asesinatos nuestro satélite se hallaba cursando por su fase de luna nueva, o bien por su secuencia de cuarto menguante. En varios de los atentados la configuración de los astros fue particularmente ominosa, como en la víspera del crimen de Annie Chapman donde los planetas Venus y Mercurio estuvieron en conjunción con la luna.

Cartas

En el transcurso del tiempo en que sucedieron los crímenes del Destripador, la policía, los periódicos y otros recibieron cientos de cartas sobre el caso. Algunos bien intencionados ofrecían consejos para capturar al asesino, pero la gran mayoría eran inútiles.
 Cientos de cartas afirmaban ser escritas por el propio asesino, y tres de éstas destacan: la carta "Querido jefe", la postal "Saucy Jacky" y la carta "Desde el infierno".

"Dear Boss" ("Querido Jefe")

Facsímil del recto de la carta
Dear Boss
Datada el 25 de septiembre de 1888 (y sellada el 27 del mismo mes), fue recibida por la Agencia Central de Noticias y luego enviada a Scotland Yard el 29 de septiembre.
Inicialmente se consideró una broma, pero cuando Eddowes fue hallada muerta tres días después del sellado de las cartas con una oreja cortada parcialmente, la promesa de la carta «cortaré las orejas de las señoritas» llamó la atención. Sin embargo, la oreja de Eddowes parecía haber sido mellada por el asesino incidentalmente durante su ataque, mientras que la amenaza del autor de la carta consistente en enviar las orejas a la policía jamás se llevó a cabo.
El nombre de «Jack el Destripador» fue usado por primera vez en esta carta por el firmante y ganó notoriedad en todo el mundo después de su publicación.

Traducción de la carta "Dear Boss" al español...

«…Querido Jefe:
 Constantemente oigo que la policía me ha atrapado pero no me echarán mano todavía. Me he reído cuando parecen tan listos y dicen que están tras la pista correcta. Ese chiste sobre “Mandil de Cuero” me hizo partir de risa. Odio a las putas y no dejaré de destriparlas hasta que me harte. 
El último fue un trabajo grandioso. No le di tiempo a la señora ni de chillar. 
¿Cómo me atraparán ahora? Me encanta mi trabajo y quiero empezar de nuevo si tengo la oportunidad. Pronto oirán hablar de mí y de mis divertidos jueguecitos. Guardé algo de la sustancia roja en una botella de cerveza de jenjibre para escribir, pero se puso tan espesa como la cola y no la pude usar. La tinta roja servirá igual, espero, já, já. En el próximo trabajo le cortaré las orejas a la dama y las enviaré a la policía para divertirme. 
Guarden esta carta en secreto hasta que haya hecho un poco más de trabajo y después publíquela sin rodeos. Mi cuchillo es tan bonito y afilado que quisiera ponerme a trabajar ahora mismo si tengo la ocasión. 

Buena suerte. Sinceramente suyo. 
Facsímil del verso de la carta
Dear Boss 

Jack el Destripador...» 

Y en una especie de posdata transversal... el redactor del comunicado se mofaba: 

«…No se molesten si le doy mi nombre profesional. No estaba bastante bien para enviar esto antes de quitarme toda la tinta roja de las manos. Maldita sea. No ha habido suerte todavía, ahora dicen que soy médico, já, já…»


"Saucy Jacky" ("Jacky el Descarado")

Fue sellada el 1 de octubre de 1888 y recibida el mismo día por la Agencia Central de Noticias. La caligrafía es similar a la de «Querido Jefe». En ella se menciona que dos víctimas fueron asesinadas muy cerca una de la otra; la frase «esta vez un doble acontecimiento» pudiera referirse específicamente a los asesinatos de Stride y Eddowes.
La carta fue enviada por correo antes de que los asesinatos se dieran a conocer, por lo que es poco probable que cualquiera tuviera conocimiento de los crímenes, pero fue sellada 24 horas después de que los asesinatos tuvieron lugar, así que no fue sino hasta mucho después que los detalles fueron conocidos por los periodistas y residentes de la zona.

El contenido de la postal es el siguiente:

«Cuando te pasé el dato no lo hice en clave querido Jefe, escucharás sobre el trabajo de Saucy Jacky mañana[,] doble evento esta vez[,] la primera chilló un poco y no pude terminar [a tiempo]. 
No tuve tiempo de quitarle las orejas para la policía[.] Gracias por no divulgar mi última carta hasta que me puse a trabajar de nuevo. 
Jack el Destripador» 

"From Hell" ("Desde el Infierno")

Fue recibida por George Lusk, líder del Comité de Vigilancia de Whitechapel, el 16 de octubre de 1888; la caligrafía y estilo de ésta difieren respecto de los de la carta «Querido jefe».

La carta venía en una pequeña caja en la cual Lusk descubrió la mitad de un riñón, preservado en «espíritus de vino» (etanol). Se cree que el riñón izquierdo de Eddowes fue extraído por el asesino.
 En un tono tétrico, el escritor afirma que «frió y se comió» la mitad del riñón que faltaba. No obstante, hay desacuerdo sobre el órgano hallado: algunos sostienen que pertenecía a Eddowes, mientras que otros argumentan que en realidad era una broma macabra.

El riñón fue examinado por el Dr. Thomas Openshaw del Hospital de Londres, quien determinó que era humano y que correspondía al lado izquierdo del cuerpo, pero (contrario a los falsos reportes de los periódicos) no pudo determinar ni la edad ni el sexo del propietario.

La traducción de la carta dice lo siguiente:

«Desde el infierno 
Mr Lusk Señor
 Os envío la mitad del
 riñón que saqué a una mujer y 
he conservado para vosotros. La otra pieza 
la freí y comí con gran deleite. 
Quizá os envíe el cuchillo ensangrentado 
que lo sacó si aguardáis un poco
 más. Firma 
Atrapadme cuando 
Podáis.
 Mishter Lusk sic.» 

Identidad 

La concentración de los asesinatos en los fines de semana y la ubicación a unas pocas calles de diferencia uno de otro, ha hecho que muchos concluyan que el Destripador era una empleado que trabajaba durante la semana y vivía en la misma localidad.

 Otros piensan que se trataba de un hombre de clase alta educado, posiblemente un doctor o un carnicero (ya que se pensó que el asesino tenía experiencia quirúrgica y anatómica, basándose en el grado de las mutilaciones y en el hecho de que el útero de Champman hubiera sido extraído), que se acomodó en el área de Whitechapel buscando una zona más adecuada para llevar a cabo sus crímenes;esas nociones se basan en las percepciones culturales, como el miedo a la profesión médica, la desconfianza de la ciencia moderna o la explotación de los pobres por los ricos. Incluso, algunos lo calificaban de «habilidoso» y otros simplemente opinaban lo contrario.

El escritor Stephen Knight propuso una elaborada teoría de conspiración masónica donde interviene la clase alta y un médico en su libro publicado en 1976 Jack the Ripper: The Final Solution, no obstante muchos autores califican esta teoría como «una fantasía».
Los sospechosos propuestos años después de los asesinatos, incluyen virtualmente a cualquiera remotamente relacionado con el caso en los documentos contemporáneos, así como muchos nombres famosos que nunca fueron considerados en la investigación policial original. Debido a que todas las personas de esa época se encuentran muertas, los autores modernos han sido libres de acusar a cualquiera, sin «requerir de evidencia histórica alguna».

En 1894, Sir Meville Macnaghten redactó un memorándum en el que nombró a tres personas que a él le parecían sospechosos (hoy en día, estas acusaciones son catalogadas como evidencia circunstancial): Montague John Druitt, Michael Ostrog y Aaron Kosminski.

A pesar de las muchas y variadas teorías sobre la identidad y la profesión de Jack el Destripador, las autoridades no están de acuerdo en una única solución y el número de sospechosos identificados llega a más del centenar.

 Según un estudio realizado para el documental «Jack el destripador en América», emitido por Discovery Channel, el homicida viajó hacia los Estados Unidos y habría cometido varios asesinatos en el país.
El resultado de la investigación concluye que Jack el Destripador se llamaba James Kelly, un asesino psicótico que escapó del asilo psiquiátrico de Broadmoor en Inglaterra y que había viajado, luego del cese de los asesinatos en ese país, hacia Estados Unidos. Señala en apoyo de su versión que un tiempo antes del asesinato de una prostituta en ese país, el cual habría tenido las mismas características que las de los homicidios ocurridos en Londres, una carta enviada a la policía de Nueva York y firmada por quien dijo ser Jack el Destripador, avisaba que habría más asesinatos. James Kelly luego regresó al hospital psiquiátrico ya envejecido y dijo haber luchado «contra el mal» durante toda su vida y admitió haber viajado hacia Estados Unidos.
Aarón Kosminski

 La última hipótesis hasta el momento es la postulada por un detective jubilado inglés, llamado Trevor Marriot, quien sostiene que no todos los asesinatos fueron cometidos por el mismo individuo denominado Jack; según Marriot, la identidad de este habría correspondido a un marinero alemán llamado Carl Frigenbaum, quien no era de clase alta como indica la leyenda urbana.

 En 2014, El autor Russel Edwards dijo haber realizado un estudio de ADN en una prenda perteneciente a Eddowes y lanzó la hipótesis aún sin confirmar de que Aarón Kosminski fue el famoso asesino.

Eduardo Coutiño, en su obra: "Jack El Destripador. Un enigma con solución"; teoriza sobre la existencia de tres asesinos que actuaban en colaboración. Siendo el nombre de dos de ellos conocidos: Stephen Herbert Appleford y su cuñado Frederick Gordon Brown.




Sea quien sea Jack el Destripador ha sido fuente de inspiración para diversas peliculas, libros, música, juegos e incluso leyendas urbanas; pero hasta ahora su verdadera identidad es desconocida.


1 comentario:

  1. Excelente artículo. Se advierte una búsqueda intensa de distintas fuentes sobre el caso y una redacción muy prolija y esmerada. Enhorabuena y felicitaciones por el aporte..

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